Estaban determinados a tomar una real vacación, no usando nada que pudiera identificarlos como clérigos. Tan pronto el avión aterrizó, se dirigieron a una tienda y adquirieron algunas bermudas, remeras, sandalias y anteojos negros realmente llamativos.
A la mañana siguiente bajaron a la playa vestidos con su atuendo turístico. Estaban sentados en sus sillas de playa, bebiendo un trago y disfrutando del sol y el paisaje, cuando una rubia despampanante 'que mataba', usando un bikini topless pasó caminando junto a ellos que no pudieron evitar mirarla con admiración.. Al pasar frente a ellos, la rubia sonrió y dijo: -"Buen día,Padre", "Buen día, Padre", saludando y dirigiéndose a cada uno individualmente al hacerlo.
Uno de los clérigos no pudo evitarlo y dijo:
- "Un momento, señorita"
- "Si, Padre?"
- "Nosotros somos sacerdotes, orgullosos de serlo, pero debo saber cómo es posible que usted sepa que somos
clérigos, vestidos como estamos?" Ella replicó:
- "Padre, soy yo... ¡la Hermana Catalina!"